martes, 3 de marzo de 2009

LA ASTRONOMIA

LA ASTRONOMIA
La astronomía es la ciencia que se ocupa del estudio de los cuerpos celestes, sus movimientos, los fenómenos ligados a ellos, su registro y la investigación de su origen a partir de la información que llega de ellos a través de la radiación electromagnética o de cualquier otro medio. La astronomía ha estado ligada al ser humano desde la antigüedad y todas las civilizaciones han tenido contacto con esta ciencia. Personajes como Aristóteles, Tolomeo, Copérnico, Brahe, Kepler, Galileo, Newton, Kirchhoff y Einstein han sido algunos de sus cultivadores.
Con la llegada del siglo XX y la creación de los grandes observatorios, la Astronomía dio un gran salto cualitativo. Se ampliaron las ventanas de observación: los astrónomos ya no se limitaban a observar el cielo en luz visible, ahora también era posible observar el firmamento en ondas de radio, en infrarrojo, en ultravioleta…. en prácticamente todo el espectro electromagnético. Y para ello se han creado los telescopios adecuados y los observatorios que los acogen. Inmensos radiotelescopios fueron desplegados en la segunda mitad del siglo XX: espectaculares orejas con las que escuchar al Universo en ondas de radio.
Y en el último cuarto del siglo pasado, la Astronomía sale de la Tierra con los observatorios en órbita. Telescopios especializados en diferentes regiones del espectro electromagnético que se enviaron fuera de la atmósfera terrestre para evitar el molesto efecto de esta sobre la radiación procedente de los astros. Qué decir de las espectaculares imágenes que nos ha proporcionado el telescopio Hubble, todavía en órbita alrededor de la Tierra.
Y la Astronomía del XXI, con telescopios más grandes, mejor preparados para la observación. Grandes instalaciones para la interferometría de muy larga base. Y la nueva generación de telescopios fuera de la Tierra: un posible observatorio situado en la Luna o conjuntos de telescopios situados lejos de la Tierra que darían un servicio extraordinario en el nuevo campo de la búsqueda de planetas extrasolares.
CLASIFICACION DE GALAXIAS
La forma de las galaxias es el parámetro más comúnmente utilizado para clasificarlas. De hecho fue la pionera clasificación morfológica de Edwin Hubble, con ligeras variaciones, la que más se ha utilizado a la hora de clasificar las galaxias según su forma.

GALAXIAS ELIPTICAS
Sin detalles estructurales excepto una mayor concentración de estrellas en el centro y una disminución progresiva de luminosidad hacia el borde que está poco definido. Se clasifican de E0 a E7 según su grado de elipse: las de tipo 0 son prácticamente esféricas y los tipos sucesivos se van achatando hasta la de tipo 7 que es alargada.
GALAXIAS ESPIRALES
Contienen gran cantidad de gas y polvo. Destacan sus brazos en espiral y su núcleo brillante. El tamaño del núcleo y el aspecto de sus brazos se utiliza para clasificarlas, así las de tipo Sa tienen un núcleo grande respecto a los brazos mientras que los de tipo Sc tienen grandes brazos espirales y un núcleo pequeño. Las de tipo Sb son un caso intermedio entre las Sa y las Sc.
GALAXIAS LENTIGULARES
Las galaxias lenticulares, de tipo SO, se consideran galaxias de transición entre las elípticas y las espirales.

GALAXIAS IRREGULARES
No tienen ninguna estructura ni simetría definida. Tienen gran cantidad de gas y polvo interestelar y estrellas jóvenes. Se clasifican como irregulares de tipo I o magallánicas e irregulares de tipo II que son menos frecuentes.
AGUJEROS NEGROS
Cuando una estrella muy masiva agota todo su combustible nuclear, explota como supernova expulsando la mayor parte de su masa al espacio interestelar. Sin embargo, el objeto remanente que queda tras la explosión colapsa gravitatoriamente bajo su propio peso al no quedar ya material de fusión que contrarreste la gravedad.

Este colapso no se detiene en ningún momento de manera que al final toda la masa queda confinada en un punto singular del espacio. A su alrededor existe una región del espacio delimitada por el llamado horizonte de sucesos dentro de la cual cualquier objeto que lo sobrepase, ya no puede volver a escapar. Ni tan siquiera la luz puede escapar a la inmensa atracción gravitatoria del agujero negro.

Al no emitir nada, la detección de un agujero negro solo puede hacerse de forma indirecta a partir de su fuerte influencia gravitacional sobre su entorno.

ESTRELLAS BINARIAS
Vivimos en un sistema estelar de una sola estrella, el Sol. Por eso se tiende a pensar que eso es lo habitual. Sin embargo, lo común no son las estrellas aisladas, sino los sistemas dobles formados por dos estrellas o incluso los sistemas triples o múltiples de estrellas que unidas gravitatoriamente orbitan alrededor de un centro común.
Las estrellas binarias son asociaciones aisladas en el espacio de dos estrellas lo suficientemente próximas entre sí como para formar un sistema en equilibrio dinámico.
Las estrellas binarias se clasifican en tres tipos. Por un lado están las binarias visuales ya que pueden verse separadas a través de un telescopio. Las binarias espectroscópicas son sistemas dobles en que las estrellas están tan próximas una de otras que no pueden verse separadas por el telescopio y su movimiento ha de ser observado a partir de su espectro mediante la llamada "Curva de velocidad radial".
Por último, tenemos las binarias eclipsantes o fotométricas, en que se puede observar las variaciones de luminosidad del sistema debido a que el plano de su órbita es casi paralelo a la línea de observación desde la Tierra lo que permite observar los eclipses que se producen cuando una estrella pasa por delante de la otra ya que esto hace variar su magnitud total.

EL SISTEMA SOLAR
Situado en las afueras del brazo espiral de Orión de la galaxia de la Vía Láctea el Sistema Solar es nuestro hogar en el Universo.

Originado a partir de una nube de gas y polvo interestelar hace más de 5.000 millones de años cuando, por contracción gravitatoria, el gas y el material de la nube se condensó en su región central formando el Sol. El resto del gas y el polvo fue dando lugar por acreción a los planetas, satélites, asteroides y cometas que componen el Sistema Solar.
Lentamente hemos ido descubriendo sus secretos y desde el inicio de la exploración espacial a mediados del siglo pasado hemos podido visitar mediante sondas espaciales todos los planetas, excepto Plutón que recientemente ha dejado de ser planeta por decisión unánime de la IAU pasando a ser considera un planeta enano. La sonda New Horizons de la Nasa se dirige hacia Plutón donde llegará en 2015.

MERCURIO
Mercurio, el planeta más próximo al Sol, tiene un aspecto similar a la Luna: una desolada superficie plagada de cráteres debidos a impactos de meteoritos que han permanecido prácticamente inalterados desde su formación debido a la ausencia de atmósfera, y por tanto a la ausencia de erosión. Su débil gravedad explica su falta de atmósfera ya que es incapaz de retenerla, tan sólo es perceptible un débil velo de partículas alfa (núcleos de Helio) e Hidrogeno procedentes del viento solar que golpea constantemente su superficie.
La falta de atmósfera explica también el enorme contraste de temperaturas entre la cara iluminada y la cara oscura de mercurio. Al no existir el más mínimo efecto invernadero durante el día la superficie de mercurio llega a sufrir temperaturas de hasta 420 º C, mientras que en ese mismo instante en el hemisferio opuesto donde es de noche se soportan unos gélidos 180º C bajo cero.
El período de rotación de mercurio es de 58,65 días terrestres, de manera que, aproximadamente durante 29 días, o sea, durante 700 horas es de día y se soporta sobre el cielo un inmenso Sol abrasador, para después, durante la 700 horas que dura la noche pasar a un frío helador. Puesto que el periodo de traslación de mercurio dura 88 días terrestres, cada tres días mercurianos el planeta vuelve a encontrarse en la misma posición en el espacio.
Courtesy NASA/JPL-Caltech
La órbita de mercurio es notablemente excéntrica de manera que en el afelio se encuentra a 44 millones de kilómetros del Sol, soportando en ese instante las más altas temperaturas en su hemisferio iluminado, mientras que en el perihelio llega a separarse unos 70 millones de kilómetros de Sol.
Aparte de los cráteres, omnipresentes en toda la superficie de mercurio, también se aprecian llanuras presumiblemente formadas por coladas de lava. La formación más relevante de mercurio es el llamado Mar Caloris, un inmenso cráter de 1400 km. de amplitud y 9 km. de profundidad rodeado de relieves de hasta 2 km de altura, formado por un tremendo impacto de un meteorito colosal hace 3500 millones de años. En las antípodas de Mar Caloris puede apreciarse una densa red de fracturas originadas como respuesta al descomunal golpe recibido por el planeta.
La elevada densidad de mercurio sugiere la presencia de gran núcleo de hierro que ocuparía el 80% de su diámetro. Por encima del núcleo, el manto y la corteza, una fina capa compuesta fundamentalmente por silicatos.

VENUS
Venus es el planeta más próximo a la Tierra y el más brillante del cielo (sin contar al Sol y la Luna, naturalmente). También es el planeta más parecido a la Tierra en cuanto a dimensiones, masa, densidad y gravedad (su diámetro es sólo un poco mas pequeño que el de la Tierra).
Sin embargo, su densa atmósfera de dióxido de carbono y ácido sulfúrico hacen que sea un lugar muy poco hospitalario: su intenso efecto invernadero provoca temperaturas en la superficie de hasta 500 º C. Su espesa envoltura de unos 85 kilómetros de espesor ( frente a los aprox. 10 de la atmósfera terrestre) provoca que en la superficie se soporten presiones tremendas, unas 92 veces superiores a las que existen en la Tierra a nivel del mar.
En las capas altas de la atmósfera a unos 50 km sobre la superficie inmensas nubes de ácido sulfúrico de varios km. de espesor se mueven con vientos que alcanzan los 350 km/h. Estos vientos en superficie son mucho mas lentos desplazándose con velocidades de unos pocos km/h. Esta densa atmósfera apenas deja que la luz del Sol llegue a la superficie donde durante el día reina una penumbra similar a la de un día de intensa niebla en la Tierra. Además, se suelen producir intensas lluvias de ácido sulfúrico y agua.
La rotación de Venus tiene lugar en sentido contrario a la de la Tierra, de manera que en Venus el Sol sale por el oeste y se pone por el este. Un día en Venus dura mas que un año, ya que su período de traslación es de unos 225 días terrestres mientras que la rotación dura 243 días terrestres; esto no es así para las nubes superiores que movidas por fortísimos vientos dan una vuelta al planeta en algo más de 4 días terrestres.

Por supuesto, la superficie de Venus es absolutamente invisible debido a su densa atmósfera, pero se ha podido acceder a ella mediante el uso del radar que ha mostrado una superficie mayoritariamente llana, con pocos cráteres, abundantes volcanes inactivos y extensas coladas de lava.

TIERRA
La Tierra, el tercer planeta del Sistema Solar, y el único que conocemos en el que se ha desarrollado la vida. De un tamaño similar a Venus y acompañado de su único satélite, la Luna, la Tierra es nuestro hogar en el Cosmos.
Desde nuestro punto de vista es el lugar perfecto: una atmósfera mucho menos densa que la de Venus pero más densa que la de Marte que nos permite disfrutar de un rango de temperaturas lo suficientemente confortables para la vida. A la distancia justa de nuestra estrella, el Sol. Agua abundante.
Un campo magnético que nos protege de ciertas radiaciones nocivas procedentes del Sol y del resto del Universo. Y tantas otras cosas que nos hacen ver a nuestro planeta como un paraíso cuando lo comparamos con el resto de planetas del Sistema Solar.
La inclinación de unos 23º del eje de rotación de la Tierra respecto a la eclíptica nos permite disfrutar de cuatro estaciones a lo largo del año.
El 71% de la superficie de la Tierra esta cubierta de agua. En su interior un núcleo compuesto de metales, principalmente hierro, rodeado por el manto y por ultimo, la corteza.
A 384.400 km se encuentra la Luna, nuestro único satélite, aunque uno de los mayores satélites del sistema solar, de hecho es mayor incluso que el planeta enano Plutón. En julio de 1969 E. Armstrong se convirtió en el primer ser humano que pisó la Luna. El programa Apollo de la NASA permitió llevar a cabo esta proeza que finalizó con el Apollo 17 a mediados de la decada de los 70 del siglo pasado.
Existen planes renovados de volver a realizar viajes tripulados a la Luna y la intención de fijar una base permanente. Aunque todo esto no se verá realizado hasta finales de la próxima decada o principios de la siguiente.

MARTE
Marte, el planeta rojo, tiene un diámetro la mitad que la Tierra. Ha sido el planeta que más ha hecho volar nuestra imaginación : marcianos, canales, … quizá por eso también es el más visitado por sondas espaciales, actualmente lo están explorando una autentica flota de ingenios espaciales mientras otros están por llegar en los próximos años.
Su paisaje guarda cierto parecido con algunos desiertos de la Tierra. Marte nos ofrece un amplio abanico de espectaculares formaciones geológicas, como el Valle Marineris, en la región de Tharsis (en el hemisferio sur del planeta), un inmenso cañón de 4000 km. de longitud y de 2 a 7 km. de profundidad, o como Hellas Planitia, un descomunal cráter de 2000 km. de diámetro. Y que decir del Monte Olimpo, la montaña más alta del Sistema solar, un antiguo volcán inactivo de 24 km. de altura y con una base de 500 km. de diámetro.
Por toda su superficie se pueden distinguir evidencias de erosión provocadas por algún tipo de fluido, quizá agua, que se supone pudo ser muy abundante en el pasado de Marte y que en la actualidad podría encontrarse en el subsuelo marciano en forma de hielo. También son distinguibles rastros de una intensa actividad volcánica en el pasado, en las regiones de Tharsis y de Elysium existen una elevada concentración de volcanes apagados (entre ellos el monte Olimpo).
El día en Marte dura prácticamente lo mismo que aquí, en la Tierra, con sus 24,62 horas. Sin embargo la atmósfera de Marte es mucho menos densa que la de la Tierra, aproximadamente 100 veces menos densa, siendo su principal componente el dióxido de carbono, esto hace que en Marte exista un escaso efecto invernadero lo que provoca grandes variaciones térmicas entre el día y la noche (desde decenas de grados bajo cero hasta algunos grados sobre 0) esto genera fuertes corrientes atmosféricas que dan lugar a inmensas tormentas de arena que periódicamente llegan a envolver casi todo el planeta.
El viento levanta el polvo de óxido de hierro omnipresente por todo el planeta y que le da a Marte su característica coloración rojiza. Al igual que en la Tierra, la inclinación de 25º de su eje de rotación respecto al plano de la eclíptica da lugar a la existencia de estaciones.

JUPITER
Júpiter, el más grande de los planetas, planeta de gas: estrella fallida. En el volumen que ocupa Júpiter cabrían 1.300 planetas Tierra. Con un diámetro diez veces menor que el Sol, 1.000 veces menos masa y una densidad similar, Júpiter pudo haber sido la segunda estrella en nuestros cielos de haber tenido algo más de masa que hubiese provocado el desencadenamiento de las reacciones nucleares de fusión propias del interior de las estrellas. Claro que en ese caso las condiciones reinantes en el Sistema Solar habrían sido sensiblemente diferentes y muy probablemente no estaríamos aquí para contarlo. O tal vez sí, en cuyo caso tendríamos dos soles en nuestro cielo: viviríamos en un sistema estelar doble.

Pero las cosas no sucedieron así, y Júpiter no pudo recolectar la cantidad suficiente de materia como para convertirse en estrella, y se quedó en un gigantesco planeta de gas en rápida rotación: completa una vuelta en 9 horas y 50 minutos, esto provoca un notable aplastamiento en los polos y la presencia, como en el Sol, de rotación diferencial: Júpiter no rota como un cuerpo rígido, sino que lo hace más rápidamente en el ecuador que en los polos.
Son características de Júpiter sus anchas bandas claras y oscuras paralelas al ecuador, y por su puesto la Gran Mancha Roja, una tormenta de inmensas dimensiones: 39.000 km. de ancho por 14.000 km. de ancho, donde cabrían holgadamente varios planetas Tierra. Se considera un fenómeno de larga duración que desaparecerá con el tiempo. Sobre su alta atmósfera son habituales las formaciones cambiantes que aparecen y desaparecen en días o en horas. Los colores predominantes en Júpiter, el amarillo, el anaranjado y el ocre tienen son consecuencia de su composición de amoniaco e hidrosulfuro de amonio, mientras que los colores mas intensos están generados por compuestos de flúor. Júpiter, al igual que el Sol, se compone fundamentalmente de Hidrogeno y Helio, y en mucha menor medida de metano y amoniaco.

SATURNO
Tan sólo un poco más pequeño que Júpiter, Saturno es conocido por su espectacular sistema de anillos. Al margen de los anillos, Saturno presenta gran similitud con Júpiter: Contiene un núcleo rocoso cubierto de un océano de hidrogeno metálico liquido y por encima una cubierta de hidrogeno molecular y helio y por ultimo una densa atmósfera.
Como Júpiter, Saturno también tiene rotación diferencial. Su período de rotación es de 10 horas y 40 minutos y esta rapidez es la que provoca el aplastamiento polar y las bandas claras y oscuras paralelas al ecuador, en este caso, menos definidas que en Júpiter. La coloración de las bandas se debe a su composición química de azufre y fosforo así como al grosor de las nubes. Saturno posee un intenso campo magnético originado por su océano interior de hidrogeno metálico líquido.
Pero sin duda lo más característico de Saturno son sus anillos. Se extienden a lo largo de 65.000 kms, hasta llegar a una distancia de 250.000 kms del centro de Saturno. Se trata de una sucesión de anillos concéntricos de distintos diámetros compuestos de polvo, corpúsculos de hielo, hielo seco (anhídrido carbónico) y roca helada con tamaños que van desde unos pocos cms. hasta varios metros. A pesar de su gran tamaño, su grosor es muy reducido de apenas varios kms de anchura. Esto hace que se hagan invisibles desde de la Tierra cuando se presentan de canto, cosa que ocurre cada 14.5 años.
Vistos desde la Tierra aparentan ser tres anillos, los llamamos A,B y C. Los más visibles, los anillos A y B se encuentran separados por la llamada división Cassini, mientras que la separación entre los anillos B y C se conoce como división Encke.
El origen de los anillos de Saturno es desconocido. Existen varias hipótesis entre ellas la que supone que se formaron a partir de uno o más satélites fragmentados por las fuerzas de marea de Saturno. Otra hipótesis sugiere que se trata de restos del material primario del que se formó Saturno, que debido a la cercanía al planeta no consiguió agruparse para formar un satélite.
Saturno posee un gran número de satélites, entre ellos destaca Titán, un enorme satélite de un tamaño mayor que el planeta Mercurio.

URANO
Planeta gaseoso de color verde azulado, su densa atmósfera de hidrogeno, helio y metano apenas presenta detalles reseñables sino mas bien un color uniforme y muy poca actividad visible. Además, al contrario que Júpiter y Saturno, Urano no cuenta con la capa interior de hidrogeno metálico liquido, por lo que su campo magnético es sensiblemente menor.
Lo mas llamativo de Urano es la inclinación de 82º de su eje de rotación respecto al plano de la órbita, es decir que su ecuador es casi perpendicular, de manera que los polos quedan totalmente expuestos al Sol a lo largo del año “uraniano”. Además Urano presenta un movimiento de rotación inverso, es decir, en sentido contrario al del resto de los planetas. La razón de estas anomalías es desconocida aunque se supone que pudo deberse a un violentísimo impacto con un cuerpo de las dimensiones del planeta Tierra.

NEPTUNO
Neptuno, presenta un gran parecido a Urano en cuanto a tamaño y composición. De un intenso color azulado se distinguen matices, manchas y tenues trazas blancas sobre las capas externas de su densa atmósfera de Hidrogeno, Helio y metano.
Los vientos que soplan en la atmósfera de Neptuno son los mas rápidos del Sistema Solar, alcanzando los 2.000 km/h. y moviéndose de forma paralela al ecuador. Como el resto de los planetas gigantes, Neptuno también posee un sistema de anillos, aunque en este caso se trata de cuatro tenues y oscuros anillos apenas distinguibles.

PLUTON
Plutón es el planeta más pequeño y más lejano del Sistema Solar, pero ¿es Plutón realmente un planeta? Últimamente se ha reavivado la polémica, ya que el pequeño tamaño y la excéntrica órbita de Plutón hace pensar que pudiera tratarse de un objeto capturado del cinturón de Kuiper, aunque su gran parecido con Tritón sugiere a algunos que quizá es un satélite de algún planeta que fue expulsado en algún momento debido a alguna colisión u otro cataclismo. Por otro lado, su composición tan parecida a la de un cometa sugiere que pudiera tratarse de un enorme primo de estos cuerpos.
En cualquier caso, sea cual sea la naturaleza de Plutón, lo cierto la confusión tiene su origen en la poco clara definición de planeta. Recientemente la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (IAU) celebrada en Praga, ha tomado por unanimidad una decisión histórica que zanja todas las polémicas: Plutón deja de ser considerado un planeta de Sistema Solar y se le incluye dentro de un nuevo tipo de objetos denominado "planetas enanos". Hasta agosto de 2006 Plutón ha sido considerado el noveno planeta del Sistema Solar desde su descubrimiento en 1930 a cargo de Clyde Tombaugh.
Posteriormente, en 1978 se descubrió un compañero de Plutón: Caronte, un objeto de la mitad de tamaño que Plutón. Separados por unos 19.000 kms. ambos orbitan alrededor de un centro común mostrándose siempre la misma cara.

Plutón y Caronte siguen una órbita alrededor del Sol notablemente excéntrica ( al contrario del resto de los planetas que es casi circular). Por otro lado, su plano orbital está muy inclinado respecto a la eclíptica, en contraposición al resto de los planetas en que casi coincide con ella.
INFORMACION OBTENIDA DE http://www.astronavegador.com